Muchas veces hemos escuchado a jugadores decir, que necesitan jugar con la gorra que usaron cuando ganaron el torneo anterior o que tienen que persignarse antes de entrar a la cancha para que les vaya bien,
o vemos como el jugador se preocupa por que le pasen la bola con la que acaba de ganar un punto para volver a sacar con ella. O tiene una serie de rituales que si son interrumpidos sienten que la suerte se le ha ido y ya no puede jugar a su 100%. Y el peor problema no es que lo hagan sino que realmente creen que su rendimiento depende de gran parte de ello, no importa si entrenaron bien o mal, sino si realizaron o no sus rituales o no hubo nada supersticioso que les hiciera perder el partido y peor aún que los entrenadores también tienen sus rituales y que creen ciegamente en ellos.
El tenista croata Goran Ivanisevic celebraba sus victorias con un ritual de buena suerte el día después, en el cual repetía con la mayor exactitud todo lo que había hecho el día del triunfo, incluyendo hablar con la misma gente y comer la misma comida, imagínate que fácil era que el rival tomara ventaja, ya que con tan solo alterar ese ritual, la creencia en su suerte para el partido siguiente no sería la misma.
Hay que entender algo, la suerte y el azar existen, puede que una bola pegue en el cintillo y la suerte haga que caiga de un lado o de otro, pero en lo absoluto depende de ningún tipo de ritual. Al contrario de lo que cree el tenista los rituales sirven para que se distraigan, para que su atención este enfocada en algo distinto a lo que debería. El tenista debe de buscar tener rutinas (NO RITUALES) de preparación precompetitiva que le ayuden a jugar mejor, pero a diferencia de un ritual, tienen una razón de hacer y dependen al 100% del jugador y no de objetos o personas ajenas a él.
Por ejemplo así como el jugador tiene una rutina de calentamiento, de flexibilidad previa al partido, así mismo, debe de buscar tener una rutina mental previa, que le permita llegar al partido en un estado óptimo, concentrado, relajado, con una comunicación interna positiva y capaz de enfrentarse a los retos que le ponga enfrente el partido.
Las rutinas dependen que las puedas hacer al 100% de ti, no puedes ser afectadas por terceros, ni por eventos externos a ti. Por ejemplo, entre los cambios tu puedes tener tú rutina para preparar los siguientes puntos, en donde primero te relajes un poco, pongas tu mente en blanco y analices lo que has hecho y cuál sería la estrategia para lo que sigue, todo depende de ti y te ayuda a mantenerte centrado en lo que tienes que hacer.
Trabaja en tus rutinas y entrénalas cada vez que tengas oportunidad, para que cuando las uses en los partidos, ya sean parte de tú juego.
El éxito depende sólo de tu esfuerzo, la suerte es para los perdedores.
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